Abuso Sexual en el Tatuaje

Uno de los temas que se invisibilizan en el mundo del tatuaje analizado por Roke Janpoke en 9 viñetas.

Aquí tienes la noticia que acaba de sacudir al tatuaje en España diseccionada por Roke Janpoke. Un corte limpio y profundo, sin necesidad de mancharlo todo de mierda y sangre. Hablo del Caso de Bely Basarte y el tatuador Black Prada. La información en cuestión puedes leerla aquí.

Dicho esto (Como autor y no en representación de Roke), iba a escribir una chapa ética sobre mi política humorística que pienso ahorrarte. Si a alguien le interesa una opinión más extensa sobre este asunto, puedes intuirla en los comentarios de esta publicación en el Instagram de Roke Janpoke.

No obstante, y dado que los acontecimientos relacionados con esta noticia se han ido desarrollando desde que realicé la publicación de las viñetas, creo que es justo ampliar mi opinión como autor al respecto. Puedes continuar leyéndome después de echarle un ojo a mis viñetas…

Nunca está fuera de lugar condenar el tema del abuso sexual en el tatuaje y en otras profesiones. Pero como persona crítica y escéptica tuve a bien realizar un comunicado que resume de una forma más explícita mi postura sin entrar en el salseo y el juicio público que desde las redes sociales se lleva a cabo de una manera tan impune. Mi update vino a raíz de las declaraciones que una de las partes implicadas en esta noticia, Black Prada, hizo a través de su canal de Youtube:

Os dejo mi actualización sobre el tema:

“En su día me mojé, nadie más del panorama del tatuaje en España lo hizo. Me supuso un reto porque la actualidad del tattoo y la mirada crítica de un personaje como Roke Janpoke están aquí para eso, si no fuera así, acabaría siendo lo que denuncio y me dedicaría a subir recetas de brownies sin azúcar.

El episodio Prada-Basarte fue la excusa del momento para poder pronunciarme sobre un problema real que puede o no tener relación con lo sucedido entre ellos. Tuve mucho cuidado y respeto en el tratamiento de las viñetas: No entré en el linchamiento personal, ni tomé partido por ninguna de las dos partes. No necesito enemigos. Era muy fácil subirse al tren de lapidar al artista, sobre todo en un momento político,social e ideológico en el que este tipo de temas levantan tantas ampollas. Es más, en privado me tocó discutir con feministas radicales que me tacharon de imparcial por no entrar al trapo como se supone que “debería hacerlo”. Pero como soy un escéptico y las emociones y actos de fe manchan y salpican, pues dejé bien claro que este tipo de asuntos se resuelven en un juzgado. Porque no seré de los que acaba desdiciéndose y “Donde dije Digo, digo Diego”. Me veo en la obligación de reiterarlo y re-aclararlo porque Black Prada ha publicado una tanda de vídeos ofreciendo su perspectiva y lo justo es hacerme eco de ello y difundirlo e incluso actuar de abogado del diablo porque entre el blanco y el negro hay una amplia gama de color mierda importante.

A día de hoy, desconozco si esto está en manos de la justicia. Por lo que sigo en mis trece y además, como el movimiento se demuestra andando, si no hay denuncia por una u otra parte será por algo. Cada cuáles libre de sacar sus propias conclusiones. Tan fácil es tener la mano larga como lo es difamar y destruir la reputación de alguien por los motivos que sean. Ambos delitos son denunciables y punibles. Pero… ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de marketing y postureo?

¿Que cuál es mi opinión personal? Entre todos la mataron y ella sola se murió.”